Es el resultado de años de curiosidad por lo que sucede. Y no es un resultado cualquiera porque de manera natural se han sumado la herramienta del video, del audiovisual, con la de la fotografía, con toda su intensidad y su poder, y la escritura. Ocholobos es el compendio de la nueva comunicación, un espacio para la creatividad, la amabilidad y la consciencia. Escribir, grabar, retratar. El mundo es un vistazo de Ocholobos.
La herramienta más poderosa que existe para retener el reflejo de nuestras vidas. No concibo la vida sin su universo porque obliga a hacer uno de los ejercicios más sutiles y sanadores que existen: mirar. Mirar es comprender, mirar es respetar, mirar es detenerse en cualquier lugar y experimentar la vida. La fotografía que encontrareis aquí sigue el rumbo de los caminantes de nuestra historia. Paz, una mirada con sigilo y la experiencia de positivar el lamento de un viejo o la convulsión de una enamorada o el fragor de una despedida.
Solo la memoria puede albergar hechos insólitos.
Puedes contratar con ocholobos los siguientes servicios:
Que alguien te cuente su vida y te relate con detalle lo que nunca a nadie más le contó, es la prueba de que el documental es una ventana abierta a la vida, a la franqueza, a la generosidad. Siempre he querido mostrar las cosas tal y cómo son, sin apenas suponer nada. En estado crudo. En el apartado de producción audiovisual vais a encontrar innumerables historias de innumerables lugares con innumerables personajes. Todas esta hechas desde la honestidad y todas siguen el camino de rendir tributo a quienes nos las cuentan. Apunta la tuya, que ahí vamos. .
El libro es otro de los formatos de Ocholobos. Libros de personajes con sus desvelos y sus recuerdos. En principio ¡están concebidos para que quede claro que la historia es de cada uno y que uno solo de arreglista, como en una composición musical, que es al final el libro de ocholobos, una sonata para dar las gracias a los que dijeron que sí a la vida.
«En respeto a nuestra memoria, hay que volver de vez en cuando a nuestra infancia. A nuestros de casas blancas, de sierra, mar y viento. De silencio roto por el canto de las cigarras. Volver a las largas tardes de verano, de juegos y griterío, entre puestas de sol naranjas. En esta tierra nuestra de […]
"Ocholobos no es más que el nombre debajo del que me escondo para no parecer más alto..."
